INTRODUCCIÓN
La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte a nivel mundial. La enfermedad de las arterias coronarias, también conocida como enfermedad coronaria (EC), es de lejos el tipo más común de enfermedad cardíaca, causa 805,000 ataques cardíacos cada año y ocasionó la muerte de 382,000 personas sólo en los Estados Unidos (EE. UU.) en el año 2020. En la actualidad está bien establecido que el mecanismo principal de causalidad de la EC es la acumulación progresiva de placas ateroscleróticas en el sistema vascular. La evidencia creciente sugiere que la aterogénesis (es decir, la progresión acelerada de las placas) es una condición inflamatoria crónica.
La aterosclerosis también se asoció con otras condiciones inflamatorias como la artritis reumatoide, la psoriasis y el lupus eritematoso sistémico. De hecho, algunos científicos consideran la aterosclerosis una enfermedad autoinmune en sí misma. Se sabe poco sobre el posible vínculo entre la EC y variedades menos estudiadas de inflamación crónica, como las enfermedades atópicas como el asma, la rinitis alérgica (RA) y la dermatitis atópica. La prevalencia general de enfermedades atópicas aumentó de manera significativa a nivel mundial en las últimas cinco décadas.